Tuesday, June 10, 2008

El contenido de la Nueva Ola ( “La Nouvelle Vague”)











La Nueva Ola presenta varios registros, desde los cuales se puede entender, en una globalidad, los aportes realizados a la estética contemporánea y más especialmente al cine actual. En el conjunto de estos directores y creadores (Godard, Truffaut, Chabrol, Resnais, Bazin, Malle, Varda, Melville…) encontramos no solamente una nueva estética, sino una filosofía de la vida. La totalidad subsumida en un planteamiento político que trasciende el puro quehacer cinematográfico.

Si hablamos de una concepción del cine, dicha concepción se desarrolla en dos planos: uno implícita o mejor interna al lenguaje, la lógica y técnicas del desarrollo cinematográfico mismo, y otra explícita que resulta de la reflexión general, sobre lo que significó la Nueva Ola, ya no como concepción del cine mismo, sino como concepción del individuo y de la sociedad. Es de anotar que en el campo de la reflexión, este movimiento inicialmente cinematográfico y estético, de alguna manera sentó las bases para una nueva filosofía. Nada más y nada menos que el cine especialmente este cine de autor, golpea las puertas de la filosofía y hace del cine una nueva forma de filosofía o una nueva forma de filosofar, tomando el carácter de un libro. Truffaut era claro al respecto, ya que él proclamaba que los directores deberían ser filósofos y hacer filosofía con sus películas, cambiando el estatus del cine. Éste nuevo cine es un libro, en la medida en que en él y con él, leemos y filosofamos. La filosofía de hoy en día, ya no puede ser indiferente a este nuevo cine que como en el caso no solamente de Deleuze, sino también Lyotard, Derrida, se inicia un nuevo periodo y que en Bordieu, Baudrillard y hasta Badiou y Zizec actualmente, logra la más alta elaboración en esta nueva filosofía. Sin confundir, por supuesto, que una cosa es la filosofía como disciplina y otra el cine como arte. Como también que no quiere decir que todo director de cine sino no es filósofo no puede hacer cine o que todo filósofo tenga que darle las pautas al cine para su desarrollo.



Rohmer- Louis Malle- Resnais

Se puede decir que el gran esfuerzo de los directores de la Nueva Ola es ir más allá del lenguaje convencional de las formas de hacer y entender el cine clásico, especialmente de Hollywood. Pero los nuevos directores sin embargo, no crean ex¬¬-nihilo, no crean de la nada. Antes de llegar a sus nuevas formas de hacer cine, han pasado antes por una mirada crítica, analítica del cine clásico y se inspiran de sus aciertos, tomando como referentes por ejemplo a Hitchock, a quien Truffaut rendía culto y buscaba emularle, o los hermanos Marx, así como al cine francés de después de la guerra con Renoir. En el plano puramente interno y específico del cine, en el escrito anterior, señalamos algunas características aparentemente de carácter técnico, como entre otras, el manejo de la cámara fuera del soporte y cargada al hombro. De igual manera el hecho de buscar escenarios naturales y vivos, filmando los personajes entre la gente del común, produjeron una enorme mutación en el cine contemporáneo. No solamente los costos de las películas, se reducen enormemente, sino que a nivel de la imagen, se producen los grandes cambios. La cámara en la mano y también la filmación en escenarios naturales, introduce una noción fundamental como es la del movimiento. Sintetizando la problemática, podemos decir, que con la nueva ola se introducen dos tipos de movimiento: un movimiento de los personajes y de los escenarios y un movimiento propio de la cámara. Éste es quizás el punto fundamental, que ha desarrollado ampliamente Deleuze en sus dos libros sobre el cine. El movimiento produce cambios radicales en la imagen, y a través de estas nuevas técnicas, se introducen los cambios en la concepción del cine, respecto al cine clásico y a la técnica de la cámara fija en soporte y en escenarios prefabricados. Con la noción del movimiento aparece, la filmación en fragmentos, y/o en cortes en la narración. Las películas eran y son fragmentadas y estos cortes en la trama, además de introducir una técnica de filmación, es también una mutación a los grandes relatos. La película deja de ser “abstracta”, “absoluta” y si se me permite “metafísica”- como una Idea platónica- con la que el espectador “sueña” o se “ensueña” y se duerme en su pasividad soporífera. Esta nueva dinámica de las tramas, la permanente acción de los personajes ( véase a Jean Paul Belmondo siempre corriendo en la Escapada o en Pierrot el Loco o, a J. P. Leaud yendo y viniendo en una pieza en monólogos donde combina citas y reflexiones leyendo libros, como frases y palabras inconexas o sin sentido), imponen la necesidad de los cortes y la fragmentación, haciendo de las tramas ya no algo metafísico, más allá de los sentidos, sino algo terreno, concreto que lleva al espectador a recibir imágenes que golpean todo su cuerpo y lo invitan a participar “metiéndose “con su mente y sus sentidos, en la trama, sin manipularlo ¬– a lo Spierlberg¬- . Ya que la acción incita a la reflexión y aún al cuestionamiento que pasa por el interrogante de “¿qué es eso? “¿“qué estoy viendo”?, ¿“qué me está diciendo esta película y esos personajes”?.

Y así como hay cortes, fragmentación del relato, con saltos y regresiones, de la misma manera, no hay un relato homogéneo, sino heterogéneo en la medida que la trama y los argumentos no son planteamientos cerrados, y dirigidos a un final feliz como resultado de una verdad sabida y explícita donde al final los buenos son buenos y los malos castigados. Siendo una trama diversa, con varios sentidos, no hay una verdad ni menos una moral preestablecida. Godard es claro en ese sentido y de ahí que los diálogos parecieran montados en una lógica del absurdo o del sin sentido. Viéndolo desde el punto de vista de la comunicación se introduce el “ruido” (o el caos) o desde el punto de vista lógico se introduce la irracionalidad, como un elemento que da mayor espesura a la trama. ¿Acaso en la vida real siempre somos racionales y lógicos?. Godard decía en una entrevista famosa que al poner a sus personajes a ser contradictorios y no saber lo que querían y menos aún lo que decían, lo que buscaba mostrar era que la verdad no existía. Para decirlo en términos Nietzscheanos o posmodernos, la verdad es la suma de mentiras o falsedades. Mejor aún, la verdad no puede existir sin la mentira. Si bien algunos de estos elementos los encontramos en el cine de autor, como en el neorrealismo italiano, y los grande autores no solo los italianos sino también autores como Buñuel, sin embargo, la Nueva Ola, los introduce en su discurso en forma específica y sacándoles el mayor provecho.







En el contenido polisémico de La Nueva ola, encontramos un nivel de enfoque en el individuo, como Sujeto. En el plano de los personajes, como dijimos está la mirada sobre el Sujeto desde su existencia, así cómo hay una mirada de revuelta y búsqueda de la libertad. Pero es una búsqueda de la libertad ya no en términos metafísicos, vale decir religiosos, sino en términos de sus condiciones de existencia. Como declara Godard, los “sujetos buscan hacer lo que les plazca”. Libertad va unida a la búsqueda del placer, como realización del deseo. Realiazr el deseo es parte esencial de la libertad. Y esa emergencia del deseo es lo que hace que los hombre se rebelen contra las condiciones que les impiden su realización. ( Vale la pena visitar la web de una gran filósofa argentina que ha trabajo esta temática y a quien no dudo en recomendar: www. Esther Diaz.com. )

En el caso de los personaje de Michel (A bout de soufle) o Pierrot( Pierrot le fou) ,dos truhanes que viven al margen del establecimiento o del niño de Truffaut, en los 400 golpes, son sujetos que se oponen y se rebelan contra sus condiciones de existencia y si bien esa una negativa es una forma de resistencia, son, (como dice Camus en “L´Homme revolté) rebeldes con causa, quienes a través de la acción negativa, no solo están cerrado un condicionante (bajo forma de moral, ley u orden,) en la medida que resisten a él, sino que a la vez están abriendo un espacio a nuevas posibilidades sin saber exactamente cuáles. Sin embargo, la revuelta empieza con un acto negativo, en tanto que resistencia, pero esa negación es a la vez un sí, a otra posibilidad. ” ¿Qué es un hombre rebelde?-pregunta Camus-“un hombre que dice no. Pero si él rechaza, él no renuncia: es también un hombre que dice sí, desde su primer movimiento” (A Camus:” L’Homme revolté” Gallimard 27).

Es una concepción de los personajes desde su existencia, en una visión sartriana-marxista, ya que las condiciones del sujeto contemporáneo, son las que impone la lógica del capital y la fetichización, léase alienación, de la vida a través de la mercancía. A esta concepción, se añade una visión freudiana y psicoanalítica, especialmente por la deriva de W Reich, con la emergencia del deseo y por tanto de la sexualidad. Por esta razón, en la Nueva Ola, los personajes, están cruzados por las necesidades de la existencia, en tanto que producción material, como por el deseo inmanente, en una emergencia algunas veces brutal de la sexualidad. Frente a este punto Godard explicaba, como en sus comienzos se criticaba a la Nueva Ola por el enfoque sobre el sexo, ya que según el clisé de moda, “todos los personajes se acostaban”. Hoy en día, dicha crítica no tiene asidero, ya que en él mundo contemporáneo hablar de un sujeto asexuado no es posible, ya que la misma noción de sujeto, es inherente al deseo como a la necesidad. Sin ellos hablar del sujeto, es hablar de ángeles, que son los únicos que no tienen sexo.


Y fue mérito de Wilhem Reich, el haber formulado la cuestión, en su famosa “Revolución Sexual”, con una mirada audaz para su época y orientadora de la juventud, ya que una de las características centrales de mayo del 68, fue la reivindicación de la sexualidad, y por tanto del goce. Tanto Godard como Truffaut, han planteado que el cine, debe ser un testigo del tiempo en que se vive y dar cuenta del mismo. Por tal razón la nueva ola, se enraíza en la década del 60 como su fiel testimonio y en la revolución de Mayo del 68. Si bien las clases sociales y la clase obrera en especial tienen un papel importante, sin embargo la cuestión de la “clase obrera como la clase vanguardia de la revolución”, queda cuestionada, o por lo menos atravesada por la emergencia del sujeto contemporáneo. Dicho sujeto como ya dijimos, visto desde su interioridad, es un cruce entre flujos diversos, como diría Deleuze, que van de la necesidad al deseo, en tanto que fuerzas constitutivas de ese sujeto, y como problemáticas que se plantean a los sujetos contemporáneos, en forma más explícita que en el pasado.

La visión política, de los conceptos estéticos de la nueva ola, no solamente se desprende de ella, sino que a la vez, en cuanto a Godard y Truffaut estuvieron presentes en el movimiento de masas, al lado de Sartre y Simone de Beauvoir, quienes dirigían el periódico maoísta,” la Cause du Peuple”. Más aún en los festivales de cine de la época, estuvieron presentes en forma contestataria, cuestionando con su presencia y acción los grandes monopolios del cine europeo.

Políticamente en varios países europeos, especialmente en Asia y América Latina, surge un nuevo cine que busca reivindicar, la lucha de los pueblos contra el colonialismo y el neocolonialismo. En el plano interno, la consigna de hacer del cine, un instrumento de lucha para la liberación, entre otras cosas lleva a estos movimientos, a buscar entregarle los instrumentos, los medios, la tecnología a los pueblos oprimidos, para que sean ellos mismos, quienes hagan sus propias imágenes, y hagan visualizar sus luchas.

Una de las lecciones más importantes, que dejó la Nueva Ola, es que después de ella el cine ya no volvió a ser lo que era antes y los espectadores, aprendimos no solamente a ver cine, sino a estudiar la vida y sus problemas, a través de imágenes. En ese sentido, podemos decir que la Nueva Ola, nos enseñó a comprender y a luchar por la creación de nuestras propias imágenes, a la vez que no dejarnos alienar y embrutecer, por la propaganda y el discurso del dominador. La revolución de Mayo del 68, fue sin lugar a dudas una lucha por y a través de la imagen.




Godard- Duras - Jeanne Moreau

Links:

http://www.estherdiaz.com.ar/

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