Robert RAUSCHENBER.
Rauschenberg, lo podríamos calificar como una especie de trotamundos del arte con un espíritu inquieto y abierto a la innovación. Inicialmente estudió farmacia en Texas, después dio un salto al arte y empezó a estudiar en Kansas, historia del arte, escultura y música. Al considerar que todo artista debería aprender en Europa y en París con las escuelas de vanguardia, se fue a la “Ciudad Luz” donde se inscribió en la famosa academia Julien. Acompañado de Cy Twomby viajó por Italia, Francia y España. De regreso a su país fue alumno de Josef Albers y Jack Tworkov en la afamada Black Mountain de North Carolina y allí se hizo amigo de John Cage.
Todos estos viajes e influencias diversas van creando un espíritu estético y ecléctico que lo convierte, para ser más exacto, en una especie de arqueólogo del arte con su espíritu bricolero e innovador. Hizo un “barrido” por escuelas y tendencias (del clásico a las postvanguardias, pasando por el expresionismo y la abstracción), técnicas,( utilizó la fotografía, la serigrafía, la imprimación, el collage), espacios ( osó combinar la escultura con la pintura, colgando o pegando a la pintura objetos tridimensionales), recuperando los fragmentos de lo que dejaba abandonado el arte clásico o lo que se rompía en las escuelas modernas - Escuela de París, picassismo, cubismo, etc. - y fue guardando estos fragmentos en su memoria para reconstruir con ellas nuevas formas o nuevas copias ( hay una cultura de la copia, de la transferencia , del pegado o collage),por supuesto alejados y /o diferenciados del original cambiándoles su valor .
Con Jaspers Johns intento la recuperación del espíritu Dadá en Estados Unidos. Después incursionó en el expresionismo abstracto. Pintando en colores monocromáticos, influenciado por la escuela formalista rusa y suprematista de Malevich con sus famosos cuadros, “blanco sobre blanco” o “negro sobre negro” y con sus alumnos como Rotko, a quien le borró un cuadro para acuñar su estilo, en un gesto que hizo escándalo y llamar la atención acerca de sus ideas y conceptos que se venía forjando. Finalmente encuentra su propio camino en el Arte Pop donde habría de convertirse con Andy Warhol en el “Papa” y portaestandarte de este movimiento que se desarrolló en la década del 60, en tanto que expresión de los tiempos contemporáneos.
Rauschenberg se caracterizó por lo que él llama las “combines”. En un mismo cuadro, crea espacios diferentes con figura se imágenes que son el resultado de combinar una imagen de foto con un dibujo o una gama de colores y aún de cosas que le pueden pegar. Tomando imágenes de diversas fuentes: fotografías, impresiones de serigrafías, publicidad, periódicos, etc., realiza “transferencias” sobre diversos medios como lienzos, maderas, metales, vidrios, para formar una especie de collage, a los cuáles les añade sus toques personales de colores y distribución de formas creando obras tan dispares como desiguales y forjando así el estilo Pop.
Como todos los artistas Pop, hay una idea de realidad que se deduce al ver el conjunto de obras.
Al ubicarse en una cultura de lo Popular, se intenta llevar la mirada no hacia lo alto y lejano, sino hacia lo bajo y cotidiano. Los objetos de la cotidianidad en su mayor insignificancia se vuelven espacios centrados por el ojo que los capta y los transforma sacándolos de su contexto, para transformarlo en obra de arte, por efecto del ojo y la mano que los aprehende, los aprisiona y les da sentido en sí mismo.
¿Pero, qué es esa cotidianidad, entendida como “hechos”- facts - y acciones? No olvidemos que una deriva de este movimiento es el “action painting”. Varios de estos artistas creen de alguna manera que han creado un arte objetivo y el arte, es la representación de la cosa por la cosa. Sin embargo surge la pregunta:¿Pero esas cosas y esas acciones, de dónde vienen y en qué contexto se realizan?
Son motivos, y temas, que vienen de un mundo urbano. Londres y New York son los epicentros de este movimiento. Nueva York, (“NY”), va a ser promocionada como capital del mundo superdesarrollado y súper industrializado. Esta exaltación de” NY” es a la vez un intento de acabar con el poder cultural y artístico de la “Ciudad Luz” y la “Escuela de París”, desplazándola como epicentro del mundo artístico.
Los motivos o temas al ser objetos de la vida cotidiana, productos de una sociedad industrial y capitalista, son mercancías -comprendidas sus chatarras-que inundan los mercados de las grandes urbes. Tales mercancías al ser publicitadas, con técnicas y desigs novedosos, en sus formas y colores, crean acicates en estos artistas del Pop, quiénes devienen prisioneros y gestores de nuevas formas de publicidad del mundo capitalista e industrial a través de las nuevas técnicas publicitarias. Allí encontramos
¿La muerte de Rauschenberg podría simbolizar la muerte del Arte Pop? Hay algo que está claro: ya nadie se escandaliza por ver cuadros con objetos colgados o pegados o las “combines” entre pintura y escultura. Al igual que nadie se escandaliza por las técnicas no tradicionales de desarrollo del arte, como en el caso del “Body Art”, donde el cuerpo es objeto y tema del arte. De igual manera tanto el diseño como el grafiti, la fotografía, el “reciclaje” y las nuevas formas de escultura hacen parte de nuestro ámbito cultural y estético.Más aún, en este momento ya empieza a considerarse que las tiras cómicas, o comics, hacen parte del arte y alguna galería empiezan a exponerlas.
Todo este arte tiene algo que ver con la década del 60 y los grandes cambios que allí se gestaron y en ese proceso hombre como Rauschenberg, quien murió trabajando fue uno de sus faros y allí quedan, para bien o para mal, como ejemplos para las nuevas generaciones siempre ávidas de cambio.
El estatus cambia ya que no solamente todo es arte y cualquier puede serlo, si y solamente si, tiene la suerte de entrar al mercado del mismo. Rompiendo con todo patrón de expresión y creatividad clásico o moderno, y donde todo vale el arte se banaliza y pierde sentido en una carrera sin fin, donde es el mercado y el dinero el que determine el gusto y lo que vale o no vale. Lo que cuenta es el momento y el instante en que se llega al mercado y el mercado consume al artista, como cualquier estrella de cine o del deporte-.
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