Thursday, December 23, 2010

CARTA DE UN ROLO PERDIDO EN BOGOTÁ

CARTA DE UN ROLO PERDIDO EN BOGOTÁ A UN AMIGO AUSENTE

“Es muy triste ver cómo lo más noble y exquisito

Se ve hoy como ruinas sin pasado y sin porvenir de perfección”

F.Nietzsche

Amigo, estas fechas están marcadas para el recuerdo y con ella las nostalgias. Por eso nada mejor que volver al género epistolar donde más allá de la razón, la nostalgia se vuelve carta o misiva personal. Por eso siempre mandamos cartas al otro, para convertirla en pretexto y darle salida al sentimiento que produce el recuerdo de las cosas que empiezan a desparecer. Nadie mejor que tú, que siempre me entiendes para mandarte esta cartica, como hacemos todas estas fechas. Solo que ya no llegan por cartas y correo sino mails por internet, lo cual ya es una nostalgia donde la escritura personal, que era todo un arte caligráfico, desparece y se convierte en letras homogéneas. Manes del computador. Pero bueno vayamos al asunto.

Te cuento que estoy leyendo “Historia de Mayta”. Quiero ver como trata el tema de la izquierda Vargas Llosa y empiezo a darme cuenta la filosofía implícita y sutil que permite entender sus posturas, su eurocentrismo y la condena explícita a la realidad latinoamericana. Da la impresión que para Vargas Llosa, el problema es de "personas" y "voluntades" marcados por la desidia y la pereza...!claro que el hombre como narrador es excelente y su manejo del idioma es magistral. De alguna manera nada como pez en el agua.

Justo leí esa parte con que abre el libro sobre Lima y me hizo pensar en Bogotá. Precisamente ayer que salí “al centro”, después de un largo tiempo que no iba por allí, a buscar la novela barata -la conseguí de segunda en 10 mil pesitos!- pero el cuento es que pensaba ir en Trans milenio hasta Las Nieves y como están levantando el piso de la décima donde pasa el mismo, solo llegué hasta san Victorino. Al bajarme allí, todo estaba gris y lluvioso, como en una tarde fría paramuna. Entre gritos, policías que van y vienen, mendigos, vendedores, viandantes, oficinistas, vagos, y gente como yo, se mueve un gentío donde los ojos no tienen descanso entre osos, ositos, carros, cinturones, bufandas, corbatas, zapatos, tenis, camisetas, relojes, y de nuevo más arriba los mismos relojes, camisetas, bufandas, zapatos, guirnaldas, tenis...y para adornar el escenario, la lluvia y el barro y los huecos y pare de contar.

De pronto me sentí como lanzado dentro de un enorme gentío que se empujaba, se arremolinaba en estas "fiestas" del desperdicio y del "regalo basura". Me di de bruces con tres filas de cambuches hechos de ocasión para que gente "pobre" venda especialmente cuanto cachivache " los chinos" nos embuten, como un mal purgante. Viendo todo ese enorme arrume de cosas que se venden y al caminar en medio de todos esos toldos, me preguntaba a donde irá a parar tanto “cachivache” una vez lo usen? Es evidente que son “regalos” que no duran y muchos de ellos al primer uso, los niños los votan creando un enorme problema ambiental de basuras: ¿Dónde van a parar? ¿Cuántos de ellos tienen melatonina, el producto que utilizan los chinos y que los europeos no dejaron entrar en sus mercados para que los niños no manipulen los juguetes hechos con este producto que al parecer es cancerígeno? Pero además me preguntaba, viendo el asunto desde una economía sencilla, cómo no estar de acuerdo con que estas pobres gentes tengan una entrada - no un ingreso- para sus bolsillos. Pero, viendo la cosa en perspectiva uno encuentra que no es una solución al problema del desempleo y de la necesidad del trabajo. Y no lo es porque no es una política real sostenible, ni sustentable. Es una salida de momento que en un mes se esfuma como una ilusión, aumentando la desesperanza del pobre y sus familias. Claro que los que realmente ganan son los grandes comerciantes colombianos y latinoamericanos, quiénes viajan a la China y compran todos los “conteiner” de mercancías que los europeos no compran por deficiencias de producción o porque no pasan los controles de sanidad que en la misma China los europeos montaron para controlar todo lo que viaja a Europa.


La verdad quedé maltrecho y compungido, pasando de la sorpresa que me produjo esta escena a la resignación y curiosidad, ya que por lo menos los bogotanos que crecimos en esta ciudad, que la manejábamos en sus rincones tanto conocidos como perdidos, en sus lugares agradables y acogedores donde íbamos recorrer nuestra historia y la de nuestros viejos que también pasaron por allí, para tomarse un tinto y hablar con los amigos, la ciudad amable "culta" o por lo menos habitable y con su viejo encanto cachaco, “de buenas maneras”, es violentamente transformada, revolcada en miles de proyectos y políticas, donde como una ley de hierro, sin que podamos decir nada o mejor por no decir nada, nos cambian la amable realidad: las transnacionales, los hipermercados, las vampiresas bancas, orientados y dirigidos por la Cámara de Comercio de Bogotá, la Fundación Corona (léase Santo Domingo, Ardila Lule, Camacho Roldan...)han hecho planes, proyectos, políticas que han plasmado gracias a Peñaloza y Mockus en los POT, Plan de Ordenamiento Territorial y donde se nos dio metió como camisa de fuerza, la Planeación y Ordenamiento de la ciudad durante más de 20 años. Y como pieza clave del desarrollo de la ciudad, lo que Mockus y Peñaloza venden domo panacea: El Transmilenio.







Me pregunto cómo es que tantos jóvenes, intelectuales, artistas pudieron llegar a quedar "embrujados " por estos Verdes. Claro que hay que analizar muchas cosas, como por un lado el cansancio y el terror causado por la "paisa-dilla" y el deseo de cambiar el clima de violencia, y por el otro el manejo de los medios en forma eficaz por Mockus. Creo que fue Foucault fue quien dijo que “el político que se bajara los pantalones en los medios podría llegar a ser presidente”. Entonces viviendo esta realidad del Transmilenio, me pregunto cómo se puede aún, todavía hoy, hacer la apología de este esperpento visto ya no como la panacea con la que se vende la ciudad, sino desde las consecuencias que eso está causando. Porque una cosa es hablar en abstracto, ideologizando el Transmilenio y otra es vivirlo en carne y hueso, cotidianamente, como una necesidad ineludible para desplazarse por la ciudad y en las horas fundamentales en que la gente sale y regresa de trabajar. Viendo lo que hay en otras ciudades como Bruselas o las ciudades Alemanas, sin hablar del famoso bus de dos pisos de Londres, puede darse uno cuenta que el Transmilenio es una falacia. Que sin tanto ruido y alharaca Bruselas, por ejemplo tiene estos articulados sin destruir la ciudad, más cómodos, más eficaces y sin polucionar la misma y especialmente sin deshumanizar a los usuarios.


Después de ver ese espectáculo que te he descrito, y de haber comprado la novela de marras, me metí a un cafecito que sobrevive a todas estas avalanchas y donde fuimos una vez, tu y yo a tomar un tinto. Es un cafecito que queda frente a lo que era el famoso "Gun Club". Este último era el restaurante donde los políticos y presidentes en la época de López, Lleras, Turbay, Gaviria, iban a almorzar y al frente de él quedaba este café que sobrevive, mientras que el Gun Club desapareció. Esta café se llenaba y aun se llena de rolos de todas las cases que íbamos a tomar tinto muy bueno, uno de los pocos de la ciudad donde desde siempre las mujeres entran sin problema. Allí sentado con mi viejo libro, ante la ansiedad y el contento de tener un buen libro, empecé a hojearlo mientas tomaba el periquito y sonaba el “Caminito” de Gardel.

Leí las primeras páginas con la ansiedad que produce el uso de algo nuevo y al final de su introducción, Vargas Llosa, hace un planteamiento desde la primera persona- es un Yo que narra, ve y describe- y ese “yo” habla frente a la realidad de estas ciudades que producen “la miseria, el mugre, el polvo, el caos”, y explica cómo estas realidades obligan a actitudes como la "resignación", "el acostumbramiento" etc., permitiéndole terminar el párrafo a Vargas Llosa con esta frase de antología, que retrata su forma de pensar y que de contera sirve para la mayoría de las ciudades latinoamericanas:

"Si uno vive en Lima tiene que habituarse a la miseria y a la mugre o volverse loco o suicidarse"...Sin embargo el limeño Vargas Llosa ni se volvió loco, ni se suicidó sino que salió volando para España convirtiéndose en ciudadano español, y por tanto europeo. Claro está que no es el hecho de salir de su país y obtener otra ciudadanía. Como tampoco tiene nada que ver con España, o Europa, ni menos con los millones de latinoamericanos y colombianos que en diáspora viven y trabajan en estos países. De lo que se trata es la manera sutil como en el libro quedan reflejadas y condenadas estas realidades y estas ciudades, dentro de una mirada apocalíptica y obviamente tan desesperanzadora como cerrada.

***

Cuando intenté volverme por el mismo sitio, y llegar al Transmilenio- no tenía otra alternativa, como no tienen los millones de trabajadores que desde el sur viajan al norte a trabajar en la construcción de los grandes edificios, en las oficinas, casas de familia, etc. todos los días y regresan por las tardes y noches en eternos viajes que pueden durar una o dos horas atravesando la ciudad. Al entrar al “El Portal” de San Victorino-eran tales los empujones, los gritos, que resolví desplazarme más al norte buscando una entrada menos congestionada. Al llegar a la 19, se formó una gritería, un conductor de un "articulado" sacó la cabeza por la ventana llamando a gritos a la policía frente al “ladrón” y como una tromba cinco muchachitos con sus palos enhiestos, entraron en bloque y empujando a la gente y en ese algarabía sacaron esposado a un hombre, "el maleante" de marras, convertido en “presunto” implicado del cuento y la gente que iba saliendo precipitada, al mismo tiempo que los que entrábamos, aumentaban la tensión del espacio. Ya adentro, sentí la atmósfera pesada y quise retroceder para salirme pero era imposible. Al llegar a la puerta del Transmilenio, me sentí levando por la espalda por una mujer que quería entrar a toda costa. El dolor del golpe al hígado o a los riñones – no sé cuál de los dos, pero fue por ahí- fue violento porque la alzada fue de un solo sopapo y sin que pudiera hacer nada, me sentí levantado en vilo. Algo así comuna de esas levitaciones de que hablan los místicos. No pude entrar al articulado, pero quede en la puerta de vidrio y metal entre los primeros para el siguiente. Observo que una mujer bonita, queda atrapada y manoseada en los empujones. Otra más pequeña es golpeada por los empujones. Golpes bajos y altos, olores a perfumes y sobacos que mezclan en un aire viciado por días y horas eternas producido por gentíos infinitos de gentes que van y vienen y solo tienen en mente llegar. Llegar al “articulado”, nombre eufemístico con que se señala este medio, llegar a entrar, luchar por un puesto o un lugar donde no se pierda el equilibrio, luchar porque no le abran los bolsillos, porque el celular no desaparezca…

Se nota un cambio enorme que aumenta en estas fiestas, que la resumió una joven que escucho viaja permanentemente en estos medios: "últimamente hay más agresividad en la gente" decía a su amiga. Es claro que esta “panacea” en las que se ha amarrado la ciudad y han seguido obligatoriamente los alcaldes como Garzón y el mismo Moreno, culpable ahora de todo, ha colapsado y mete a la ciudad en una sin salida. No justifico las torpezas y la supuesta " corrupción" de esta alcaldía - esperemos el veredicto de la Justicia- pero creo que en muchos aspectos lo que Moreno hace es seguir al pie de la letra los POT`s hechos y aprobados por Peñaloza-Mockus. A propósito, te acuerdas cuando veíamos en la TV el debate que une Verde, estrenando curul, hacía a Samuel Moreno, en forma socarrona e hizo con sus denuncias un gran Show mediático?. Que dirá ahora cuando Garzón resulto también “presuntamente implicado”?...

***











Pero, volviendo a mi viaje por el centro de la ciudad, en medio de esta barahúnda, caminando por entre los jugueticos de la gente tirados en toldos, de pronto encontré que no estamos perdidos y que es de esa masa de pobres donde nace como "una pequeña chispa que puede encender la pradera"-huy se me salió-, la salida y el renacimiento: me topé con unas figuras pequeñas hechas en barro y pintadas con pintura de aceite. Son las imágenes de un pesebre. Pasé de cierto desprecio, por que al comienzo se me hicieron figuras "bruscas", "groseras" de esas con que se alimenta el imaginario popular...pero me quedé observándolas con atención y de pronto se me rebelaron las figuras y las formas del "primitivista" francés Roault y mi mirada cambió des-velando esa riqueza interna y como oculta en la humildad del medio. La compré por nada: unos centavos. Ahora las observo con cierto regocijo, ya que en su primitivismo, o arcaísmo he encontrado la fuente de esa creatividad que permitió al arte moderno europeo "alimentarse" de la creatividad de estos pueblos, como cuando Picasso copio las máscaras Africanas o cuando Giacometti copió sin decirlo las formas del arte primitivo latinoamericano...

Bueno estas notas se me salieron, como catarsis de mi experiencia por demás algo triste de ayer donde veo como la ciudad se desmiembra y a nombre de “el desarrollo" la "competitividad" "la modernidad" y los bogotanos "resignados", - y manipulados por los medios vemos cómo avanza la pérdida de identidad de nuestra ciudad y la fragmentación de urbe donde el apartheid funciona como uno de sus grandes mecanismos que reproducen la globalización: la división entre el norte rico y opulento y el sur pobre y miserable. Y en ese fragmentación el destrozo del centro que guarda cada vez menos la historia y el recuerdo de una ciudad que se atrevió a pensarse como "la Atenas suramericana" y que como dice el grafiti, ahora es “la tenaz suramericana” que se resiste a desaparecer en el recuerdo y el imaginario del antiguo filipichín que eran los abuelos , después los rolos ,ahora los cachacos perdidos y desparecidos entre los bogotanos de todos los rincones del país, los que viven en ella y la quieren, quiénes sentimos que nuestra ciudad se nos reduce y nos condena a vivir en espacios cerrados, y espacios restringidos, desmejorando la calidad de vida. Está claro que ya no se puede circular por toda la ciudad y que hay horas donde no se puede ir a diversos sitios sencillamente porque no hay como.

Bueno querido amigo, siendo una reflexión testimonial y global, esto se convirtió en unas notas sobre la ciudad que comparto humildemente con mis amigos, para intercambiar ideas y vivencias.

Para cerrar, ojalá pudiera desearte frente a estas vivencias y a la situación de tantos colombianos que en estos momentos se encuentran viviendo una gran desgracia por las inundaciones y que no podemos olvidar:


"FELIZ AÑO PARA TODOS LOS AMIGOS Y AMIGAS"

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