Friday, June 11, 2010

(2) Fútbol:El mejor futbolista del mundo no asiste al mundial.




El mejor futbolista del mundo no asiste al mundial.

Así es, el mejor jugador de fútbol que hubiese aparecido en la últimas décadas, no puede asistir al mundial de Suráfrica. No porque él no quisiera, es porque el director técnico basado en criterios de eficiencia futbolera, mas el marketing del fútbol, así lo exigieron. Casi que podríamos decir que frente al fútbol espectáculo, frente al fútbol arte, se impuso el fútbol resultado. Y usted que está de acuerdo conmigo, ya sabe bien que se trata de Ronaldo Asís de Moreira conocido como Ronaldinho Gaucho, aquel mago del balón que tantas alegrías nos ha dado y seguramente nos seguirá dando después del mundial, si es que la exclusión de este evento no lo amilana.

Usted que gusta del fútbol como un deporte que guarda mucho de arte, que es un deporte por excelencia democrático, que es un entretenimiento y hace parte de la cultura- como de la alienación- de masas, que convierte al planeta, en los mundiales en una aldea global, seguramente comparte conmigo el criterio de que Ronaldinho es, óigase bien el mejor jugador del mundo a pesar de los problemas y dificultades que se han presentado con este jugador.

“Hay una eterna discusión en mi barrio”:













Como dice el son cubano, no sobre “de dónde son los cantantes”, sino quiénes son los mejores futbolistas del mundo. Y últimamente se ha hablado mucho de Cristiano Rolando y Leonel Messi. Sin embargo voto por el que esconden los medios: Ronaldinho. Es tal el registro en imágenes y videos que uno puede ver, disfrutar y si se quiere analizar, de por qué al lado de la clásica lista: Di Estefano, Pouskas, Pelé, Maradona, se ubica Ronaldinho. Mientras que Cristiano Ronaldo, nada que ver y Leonel Messi lo dejamos en espera ya que aún tiene mucho que dar y convencernos de que también entrará en la lista. De hecho, en este mundial al no estar Ronaldinho, el campo le queda a Leonel Messi para ser el mejor y así lo deseo.


Hay mucho aficionado que se dejan llevar por los medios, las emociones e intereses de los comentaristas y convierten al futbol en solamente algo del momento como si no hubiera historia. Y la historia de Ronaldinho nos demuestra, señoras y señores la película clásica del niño pobre que juega en su barrio, pies descalzos, pantaloneta o calzones raidos y entre el polvo o los potreros, esa especie de “non mans land”, una muchachada- dice el tango- golpea una pelota de trapo o un balón viejo o lo que sea, lo que importa es que ruede y se deje golpear. Y allí entre risas, corre que corre, idas y venidas sudores juveniles y adolescentes, los Pelés, Maradonas, Messis crecen y empiezan a forjarse una ilusión que se va a llamar profesión de futbolista, donde las miradas de familiares y de finos negociantes los empiezan a ver como una mercancía que se puede vender para salir de la pobreza. Ronaldinho no fue la excepción, solamente que, y ahí está para mí su primer atractivo: Ronaldinho jugando el balón lo que le importa es jugar y jugar es gozar y como goza, ríe y como ríe lo golpean y sin emnargo sigue risueño!


La personalidad de Ronaldinho



No se necesita mucha psicología para entender esta personalidad. Su alegría contagiosa, su eterna sonrisa y dientes de foca,- que tanto ha dado para caricaturizarlo- su espíritu juguetón – hay que verlo bailar cuando mete un gol-, su generosidad- cuando está en el área del gol muchas veces no ejecuta el gol hace sino que le pasa el balón a otro compañero -, y su locuacidad le han ganado muchos adeptos o fans.

Pero, igualmente Ronaldinho nos muestra el clásico cuadro de un joven que sube meteorológicamente y llega a la cima, donde se convierte en “el mejor”. Y eso implica un precio para un atleta que llega de los estratos más pobres a la cima, donde abunda el dinero, las mujeres, los carros, las mansiones- ¿han visto la de Cristiano Ronaldo en Madrid?-las joyas, los placeres, propios de un rey, y de alguna manera esa fama se paga.

La fama cuesta sobre todo cuando se pasa de un mundo de necesidades básicas a su contrario y el mundo queda al alcance de la mano por el billete que desborda las arcas. Y estos reyes, sienten o creen que tienen el mundo a sus pies, sin darse cuenta de lo efímero que es este mundo del espectáculo y de lo poco que se dura en él. A la futileza del medio se añade la fragilidad del ser sobre todo cuando aún siendo adolescentes, la personalidad no se ha desarrollado plenamente y al lado del goce están las obligaciones, los deberes no solo de los contratos sino también las exigencias de la profesión. Y allí en ese cruce de deseos, necesidades, intereses el atleta muchas veces se quiebra.


Pero no solamente está este asalto de la fama con toda sus lucecillas enceguecedoras, sino y especialmente, la rapidez del éxito y la máxima ganancia que le extrae el mercado del fútbol a su nueva estrella. Duros entrenamientos, juego tras juego, copa tras copa, torneo tras torneo y allí si es crack debe rendir cada vez más y más. Y seguramente llega eso que todos conocemos cuando la reiteración se impone en forma agobiante: el organismo y el ser se rebelan. Y aparece, en parte como escapismo, la rumba, las discotecas, el desorganice, que se impone hasta sus límites, ya que hay algunos que no vuelven y quedan encerrados en el licor, drogas, y todo esos escapismos que utiliza la estrella convertida en rey, como mecanismo de respuesta al exceso y al acoso que se pide como máximo rendimiento.





Pero todavía hay más en este panorama: cuando se es genio del balón, se reciben patadas, puños, empujones, golpes de buena y mala intención, mucho más que a un jugador normal. Esos golpes, no importan la intención, son golpes que quiebran piernas, desgarran músculos, rasgan o rompen tendones, o huesos. Y… a manos del Ortopedista que hace milagros rápidos para que el gladiador salga de nuevo al ruedo y “lo corneen” una y otra vez. Hasta que el cuerpo frágil se debilita y pierde el envión inicial, la rapidez del gesto y la eficacia del golpe. Poco a poco se vuele errático y la gente, sus fans los primeros, decepcionados, lo empiezan a gritar y hasta injuriar. Para que contarle eso a Ronaldinho si por allí ha pasado.


El jogo bonito del Ronaldhino.











En futbol,al contrario de muchos otros deportes, no hay un biotipo especial. Todos pueden ser futbolistas y buenos. L a pequeñez de “la pulga biónica” de Messi, la altura de ese Henry o del sueco Slatan, casi dos metros e igual Piqué. Pequeños, altos, flacos, macizos y aun rollizo, todos pueden ser buenos. Ronaldhino , 182 mts, tiene un biotipo de un atleta y con un cuerpo sólido- lo que no tiene Messi , por ejemplo- le permite desplegar una panoplia de movimientos altamente estéticos y magistrales que hacen que cuando juega que nuestros ojos no se despegan de ese jugador que combina muchas cualidades a la vez.











Ronaldhino es un hombre generoso: cuando el niño Messi llegóa a las mayores del Barcelona, se notaba su timidez extrema y timidez. El brasileño estuvo allí al ladoy como su hermano mayor lo apoyaba y alentaba. Después hicieron una dupleta terrible que no jugaba sino que ponian la bola al ritmo de la zamba y tango, metiéndo goles! Pero además de eso decía que el mejor jugador era...Messi.Pregúntenle a Maradonna si el mejor jugador es Pelé o él; Diegito!



Ronaldinho corre como un fino caballo y con su carrera carga el balón hacia adelante y sus piernas tobillos funcionan a las mil maravillas: le permiten estirar el pie hacia adelante con la pelota empujándola, hacia atrás para hacer un taco, hacia atrás para hacer un tacón de costado. Corre como un atleta con un zanco propio del movimiento del caballo, ya que el pie hacia delante en el aire se dobla para caer y picar de nuevo en la zancada. Por eso puede correr y de pronto frenar en seco - el adversario que lo persigue en la carrera sale en estampida hacia delante- mientras el remonta el recorrido en otro sentido, bien sea que s e gire hacia uno u otro costado. Salta y sabe cabecear igualmente para todos lados. La cabeza como los pies se torsiona para todo los lados y a veces mete goles con la cabeza como si fueran con los pies, por la fuerza y precisión. Pero hace lujos de espectáculo, cuando puede y está seguro: son los túneles – donde al adversario a veces ni se da cuenta que le pasó la pelota por entre las piernas, o en los goles por medio de las piernas del portero-, los farolitos, las los arcos y globitos- donde el adversario ve que el balón de pronto sube por su cabeza y cae detrás de él y allí está el crack que se deslizó como una gacela por la espalda para recibirla, o los arcos en que el impotente portero ve la pelota subir y cae a dormir en la red. Ver jugar a Ronaldinho cuando está en forma y motivado, implica que uno debe estar concentrado para captar como un fogonazo, - menos mal que hay videos que permiten revisar toda esas “diabluras”: el malabarismo, la torsión, el gesto, el salto, la carrera, el pique, el envión, el golpe, el sombrerito, de ese hombre maravilloso que se llama Ronaldo Asís de Moreira conocido como Ronaldinho Gaucho y del cual hemos hablado para gloria del futbol-arte… amén.











PD. Las cosas de la vida. Ahora resulta que Luis Ignacio está de acuerdo conmigo.-¿habrá leído mi escrito?- ya que ha dicho en forma de sentencia, que Brasil ganaba el campeonato, pero que faltaba Ronaldinho!.

1 comment:

Nicolas Rincon Gille said...

Estoy muy de acuerdo. Las estrellas son cada vez mas desechables y el messi de hoy quizas no dure ni tres agnos. A esa velocidad...